Reuters) – Los abogados de los familiares de 43 estudiantes de maestros que desaparecieron en el sur de México hace siete años criticaron la revelación del gobierno el viernes de conversaciones entre presuntos delincuentes y autoridades vinculadas al caso.
Los estudiantes del Colegio de Maestros Rurales Ayotzinapa desaparecieron el 26 de septiembre de 2014 en el estado de Guerrero. Los restos de solo tres de los estudiantes han sido identificados positivamente.
Un documento dado a conocer por el gobierno de la investigación de las desapariciones indica que un miembro de alto rango del grupo criminal Guerreros Unidos pidió a la policía que entregara a los estudiantes la noche que desaparecieron en la ciudad de Iguala.
«Es riesgoso que la información sobre una investigación en curso se difunda de esta manera, ya que puede poner en peligro su éxito», dijo un comunicado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, que representa a los familiares de las víctimas.
Los mensajes de texto decían que al menos 17 de los estudiantes fueron llevados a una «cueva», según la transcripción difundida el viernes por el Ministerio del Interior a solicitud del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El secuestro sin resolver convulsionó al país, provocó protestas masivas en 2014 y cosechó la condena internacional como uno de los ejemplos más oscuros de la dificultad de larga data del gobierno para prevenir la violencia o condenar a los responsables.
Los familiares de las víctimas han acusado durante mucho tiempo a las autoridades mexicanas, incluido el ejército, de complicidad en la desaparición de los estudiantes.
López Obrador confirmó en enero que un testigo había implicado a soldados en la desaparición de los estudiantes en 2014.