Vladimir Guerrero Jr., amo y señor del Bronx

NUEVA YORK, MLB. – Fue un duelo de lanzadores hasta que Vladimir Guerrero Jr. decidió que ya estaba bien.

Los abucheos volvieron a centrarse en el dominicano, quien reiteró esta semana que nunca jugaría para los Yankees, provocando la ira de una ciudad y una fanaticada que no está acostumbrada a escuchar la palabra “no”. Luego, conectó un cohete a los asientos del jardín izquierdo, liderando una victoria de 5-1 de los Azulejos el domingo que representó también la primera serie que pierden los Padres en esta temporada.

Guerrero vive para estos momentos. Pasó trotando por la primera base con la mano levantada por encima de la cabeza y el dedo apuntando al cielo, luego dio la vuelta a la segunda y dio un pequeño salto, reduciendo la velocidad. Cuando se acercaba a la antesala, Guerrero se golpeó el codo derecho con la mano izquierda y se llevó el dedo índice a los labios mientras miraba fijamente a su dugout. Luego, se besó el interior de cada muñeca y juntó sus poderosas manos una vez mientras llegaba al plato. Cuando su pie finalmente tocó el home, Guerrero se frotó los pulgares y los dedos, el clásico gesto de “dinero”.

Ha habido conciertos de Beyoncé con menos coreografía.

Guerrero jura que no escucha esos abucheos cuando está en la caja de bateo. Sin embargo, al correr las bases, sube el volumen.

“Por supuesto que escuchas eso”, dijo Guerrero, “pero no me van a quitar ese cuadrangular. Yo voy a correr las bases y disfrutarlo”.

Todo esto es lo que hace tan especial a Guerrero. No importa el escenario, el estadio o el oponente, siempre está a un momento –a un batazo — de convertirse en la estrella del show. Esas ocasiones fueron menos frecuentes en el 2022, ya que Guerrero se esforzó demasiado por fotocopiar su temporada 2021.

Sin embargo, cuando aparecen esas oportunidades, Guerrero se convierte en el gran showman. Corre las bases haciendo sus pausas y dando sus pequeños giros, estirándose y golpeándose el pecho en la primera base, o quitándose el casco cuando empieza a tambalearse para abalanzarse hasta la siguiente base con sus trenzas y sus cadenas brincando en todas las direcciones. Es difícil que un pelotero valga el precio de la entrada por sí solo, pero Guerrero puede ser ese jugador.

Un poco de odio de los fanáticos de Nueva York solo aumenta la intriga.

“Esta fue una gran serie para él”, dijo el manager John Schneider. “Llegas aquí, te abuchean y puedes hacer una de dos cosas. Reggie Jackson dijo que no abuchean a los donnadie”.

Los fanáticos de los Yankees han sentido toda la ira del talento de Guerrero estos últimos años. Posee el slugging más alto en la historia del Yankee Stadium (.614) entre los bateadores que han hecho al menos 100 visitas al plato en parque del Bronx. En solo 34 juegos allí, tiene 12 cuadrangulares y 21 carreras empujadas.

Dos lanzamientos después de que Guerrero conectara su quinto jonrón de la campaña, Daulton Varsho sacó su segundo cuadrangular del 2023. Era todo lo que necesitaba Toronto, porque Kevin Gausman estaba en el montículo. El derecho ponchó a 11 en siete innings en blanco.

Gausman también tuvo un asiento de primera fila para ver la actuación de Guerrero este fin de semana. Cuéntenlo entre los muchos lanzadores de los Azulejos que están felices de no tener que enfrentarlo nunca.

“Él dice que no le gusta jugar aquí, pero juega bastante bien aquí”, contó Gausman con una sonrisa. “Cada vez que va a batear, todos estamos atentos, porque le pega muy fuerte a la pelota. No sabes lo que vas a ver. Obviamente, ese fue un gran jonrón de dos carreras que prendió las cosas. Es un hombre al que le gusta ser el villano cuando venimos a jugar aquí”.

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