El exprocurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, solicitó ayer al juez corregir los «abusos» que, asegura, se han cometido contra él con una «persecución» motivada por razones políticas y de venganza.
«Quizá usted (juez) pueda enmendar parte de esos abusos con un acto de no ha lugar o al menos eliminando todas las acusaciones de lavado de activos y enriquecimiento ilícito«, pidió el principal acusado en el caso Medusa al juez Amauri Martínez, del Tercer Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional.
El exfuncionario afirmó que en ese interés de «saciar los egos de una venganza» se «extorsionó» a colaboradores de su gestión en la Procuraduría, incluso a sus «mejores amigos» de más de 40 años, quienes supuestamente cedieron a la presión y lo han traicionado.
Aunque no los citó por sus nombres, Jean Alain se refirió a su exjefe de Gabinete en la Procuraduría, Rafael Steffano Canó Sacco, y el exdirector administrativo, Jonnathan Joel Rodríguez Imbert, quienes se han declarado culpables y lo señalan como el que tramó la estafa al Estado a través de la Procuraduría General durante su gestión.
No obstante, Rodríguez dijo que no hay «un cheque, ni un papelito» que lo incriminen y que la mayoría de las personas que han admitido los hechos de los que son señalados en el expediente del caso de corrupción, que él supuestamente encabeza, no los conoce y ni siquiera los ha visto en su vida.
«En ese expediente no hay una prueba de asociación de nada, no hay un cheque entre ninguno de ellos conmigo, no hay una orden, no hay un papelito, no hay un WhatsApp, no hay una llamada», aseguró Rodríguez.
En este proceso judicial el organismo persecutor y acusador imputa a 41 personas físicas y 22 empresas de coalición de funcionarios, prevaricación, asociación de malhechores y estafa contra el Estado. También, por sobornos, crímenes y delitos de alta tecnología y lavado de activos. El grupo habría desfalcado al Estado con más de RD$6,000 millones.
Insistió al magistrado que rechace la acusación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca), que solicita que se le envíe a juicio de fondo donde podría ser condenado.
Al asegurar que su riqueza la posee desde mucho antes de ser funcionario público, en el 2012, cuando fue director del Centro de Exportación e Importación, el exprocurador general dijo que solo en los primeros seis meses del 2004 percibió ingresos por más de 24 millones de pesos. Sostuvo que en su defensa presentaron evidencias de cheques y transferencias «que superaban o casi llegaban» a esa cantidad, sin incluir los salarios.
«Multiplíquelo por tan solo diez años, no veinte, ya supera mi declaración jurada del año 2012», indicó el exfuncionario en su defensa material del juicio preliminar. En ese sentido, negó que haya exagerado u ocultado su patrimonio como afirma el Ministerio Público.
En esa declaración de patrimonio, Rodríguez reportó RD$220.586.137.47 millones. Indicó que ese crecimiento es en base a su esfuerzo y largas horas de trabajo representando a empresas multinacionales de las más importantes y en colaboración con su esposa, María Isabel Pérez Sallen, así como por la inversión que hizo en propiedades inmobiliarias. Sostuvo que su pareja y él se propusieron comprar cada cuatro años un inmueble, con «fondos lícitos», y así lo hicieron.
«Íntegro y honesto…»
Jean Alain Rodríguez aseguró que en toda su vida ha sido «íntegro, honesto y solidario», por lo que no tiene antecedentes de haber sido sometido en otro caso judicial y que, incluso, ni siquiera se le ha multado.
Describió lo «cruel» que ha sido la persecución en su contra, en un proceso en donde, afirmó, se le han violado todos sus derechos y se ha «amenazado» a su familia. Recordó lo del retiro de la visa a sus dos hijos menores y a su esposa, según él, por insistencia del Ministerio Público. Dijo que por «600 días» lo «colocaron en una celda solitaria» en escasez, sin almohadas ni sábanas», cuando estuvo en la cárcel Najayo-Hombre.
Dos testigos a descargo
En su extensa exposición en el cierre de la etapa preliminar, Rodríguez adelantó que si el caso es enviado a la etapa de fondo, presentará a la actual procuradora general, Miriam Germán Brito como su primera testigo. En segundo lugar llevará como testigo al procurador adjunto Rodolfo Espiñeira Ceballos. Ambos serían como testigos a descargo. Un testigo a descargo es el que declara a favor del imputado.
El juez Amauri Martínez, del Tercer Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, se reservó para el próximo viernes 28 de junio, a las 9 de la mañana, la decisión de si enviará o no a juicio de fondo. El caso de supuesta corrupción contra el Estado tiene como principal imputado al exprocurador general Jean Alain Rodríguez.
El magistrado va a ponderar, en lo adelante, su decisión sobre un expediente de más de 12,274 páginas presentado por el Ministerio Público, además de cientos de pruebas a descargo suministradas por los imputados y sus respectivas barras de defensa.