La explosión ocurrida la tarde del lunes en San Cristóbal, que ha dejado unas 11 personas fallecidas y decenas de lesionados, ha vuelto a revivir dos necesidades imperiosas que tiene pendiente de solución el sistema sanitario dominicano, como son el de contar con reserva suficiente de sangre y más unidades para pacientes quemados.
Por años, el país ha operado con un déficit de sangre que supera los 250 mil unidades, el cual, podría alcanzar las 500 mil, a medida de que la población va en aumento, ya que se recomienda que los países cuenten con una reserva equivalente al 4% de su población, según afirma el doctor César Matos, director del Banco de Sangre de la Cruz Roja Dominicana.
Mientras, en materia de respuesta a pacientes quemados, la única unidad de quemados de adultos del país, dispone de sólo 11 camas y desde hace más de 11 años funciona con limitaciones en área habilitada temporalmente en el hospital traumatológico Ney Arias Lora, en espera de que ser trasladada a una moderna unidad en la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar, que permanece cerrada.
Las quemaduras
Para atender quemaduras en pacientes adultos, la red pública cuenta solamente con la unidad de quemados Pearl F. Ort, con 11 camas, recibe alrededor de 160 emergencias cada mes, de las cuales el 10% requiere de internamiento.
Mientras que para quemaduras en niños, dispone del Centro Infantil de Quemados Dra. Thelma Rosario, ubicado en el hospital Arturo Grullón de Santiago, y un área ubicada en el hospital Robert Reid Cabral, en Santo Domingo.
Requerimientos
Se estima que el país necesitaría alrededor de 315 mil donantes de sangre para cubrir sus necesidades y poner fin al déficit con que opera, lo que genera grandes dificultades a la población al momento de requerir sangre o hemoderivados para atender una emergencia médica o someterse a una cirugía electiva.
Ese número de donantes equivale al tres por ciento de la población dominicana. No obstante el porcentaje de donantes voluntarios, altruistas y solidarios del país es de 0.8% es decir no alcanza el 1%, mientras cuando se trata de donantes de reposición actualmente es de un 12%.
Ayer, tanto el Hemocentro Nacional como la Cruz Roja Dominicana reactivaron sus mecanismos de captación de donación y de despacho rápido de sangre y hemoderivados como respuesta a los requerimientos de los hospitales donde se atienden las víctimas de la tragedia de la explosión en San Cristóbal.
Impacto en salud mental
La tragedia provocada por la explosión en San Cristóbal, que rápidamente inundó las redes sociales y los medios masivos, impactó la salud mental de las personas de todo el país, generando en la población un sentimiento no sólo de incertidumbre, sino de indefensión, afirmó el psiquiatra Ángel Almánzar. El exdirector de Salud Mental del Ministerio de Salud Pública señaló que se necesita empezar en lo inmediato a darles soporte psicológico a los familiares y a toda la comunidad de San Cristóbal, que es la que recibió el impacto directo.
Además, se deben investigar las causas del siniestro y dar un informe transparente y completo a la población, sobre la tragedia que dejó decenas de lesionados y varios fallecidos.
“Hay una ciudad y un país que está de luto, por lo que se debe saber qué pasó y evitar que eso ocurra nuevamente; atender adecuadamente a los afectados, a los familiares, a la comunidad y darle respuesta al país”, dijo el especialista de la conducta humana.
Explicó que inmediatamente ocurrió la explosión, lo primero es que las imágenes inundaron las redes sociales, lo que siguió durante toda la tarde y noche, creando una confusión no solamente en esa ciudad sino que alcanzó niveles nacionales y más allá.
Esa confusión, explicó el especialista, se convirtió pronto en incertidumbre entre los familiares y toda la población, creándose un sentimiento de indefensión.
“Esto ha provocado mucho dolor en las personas afectadas directamente, en sus familiares y eso impacta a toda la comunidad”, dijo.
Atención oportuna
El doctor Almánzar dijo que hay que garantizar una atención oportuna y de calidad a los afectados, y en ese punto se preguntó si el país cuenta con una unidad de quemados a la altura de esas circunstancias y si están siendo asistidos los afectados en esas condiciones.
Dijo que es importante saber si se tiene la capacidad de respuesta médica oportuna ante situaciones similares y cómo evitar que eso no se replique en otros lugares, ya que no es el primer caso de esa naturaleza que registra el país.