RD.- El Décimo Censo de Población y Vivienda que se realiza en República Dominicana comenzará este jueves 10 de noviembre, tal como se ha previsto, a pesar de las complicaciones que ha implicado organizar un proceso de esa magnitud. Así lo asegura Miosotis Rivas, directora de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), quien ha estado a la cabeza de un equipo que se enfrenta a nuevos retos cada día.
Rivas toma en serio el cumplimiento de los plazos que se programan y el aprovechamiento de la inmensa cantidad de recursos que se han invertido. “La inversión que hasta ahora estamos haciendo no es para ahora salir (con) que lo vamos a posponer”, afirma.
Desde el año 2017 hasta el 2024, cuando se concluya con la organización de los datos recogidos, Rivas estima la inversión en el Censo en cuatro mil millones de pesos. Para cumplir con todos los gastos de la fase final de preparación y la ejecución del empadronamiento, el Gobierno aseguró desde el 10 de octubre los fondos necesarios.
La ONE ya empezó a pagar a los empadronadores y a las personas que fueron a las capacitaciones en 14 provincias, según informa Rivas.
La directora de la ONE sabe que el Censo “va a tener sus incidencias propias del proceso”, por lo que deben estar listos para resolver los problemas que sucedan. Los mayores retos van a ser los primeros tres días, durante los cuales se irán haciendo ajustes.
La directora de la ONE, Miosotis Rivas, tiene programado entregar durante el primer trimestre del año 2023, de manera prelimiar, datos sobre población total, población por sexo, total de viviendas y densidad poblacional.
Posteriormente, a lo largo del año próximo, se tiene planificado presentar resultados de las diferentes secciones que componen la boleta censal. La primera con todo el tema de la ubicación geográfica, la segunda con la caracterización de las viviendas, la tercera respecto a edificación del hogar, la cuarta sobre la caracterización del hogar, la quinta con el listado de las personas que conforman el hogar y la sexta sobre caracterización de las personas. La idea es generar una base de datos útil para muchos sectores.
Uno de los desafíos para los que la ONE se ha preparado es ladeserción de empadronadores y demás personal. Un porcentaje de ellos abandona durante el entrenamiento, y se espera que otros lo hagan incluso cuando comience el empadronamiento.
Víctor Romero, director del Censo, explica que estas personas desisten porque se dan cuenta de que el trabajo no será lo que ellos esperaban, porque consiguen un trabajo o por cualquier situación personal.
Para evitar que estas ausencias trastornen el desenvolvimiento del Censo, la ONE ha previsto una deserción entre un 20 % y un 40 %, dependiendo de la provincia. Para zonas donde hay un mercado laboral más activo y mayores oportunidades de trabajo, esperan mayores declinaciones.
Como ejemplos, en la prueba censal en Maimón, provincia Monseñor Nouel, la deserción fue mayor al 20 %, mientras en Nizao, provincia Peravia, fue menos del 15 %.
Las provincias con mayor deserción han sido Santiago, La Altagracia, Santo Domingo y el Distrito Nacional. En las zonas donde hubo problemas con la convocatoria y no se pudo iniciar con las capacitaciones a tiempo, se están haciendo capacitaciones intensivas, de acuerdo a Víctor Romero.
Las tabletas
Este Censo será el primero que se realice con equipos digitales. Los empadronadores ya no llenarán formularios en papel, sino que entrarán los datos en tabletas electrónicas. Esta nueva realidad ha significado para la ONE el reto de enseñar a 50 mil personas a usarlas correctamente.
El director del Censo admite que han existido dificultades en cuanto al uso de esos dispositivos, por lo que están haciendo pruebas adicionales en el terreno, probando y abriendo los aplicativos y garantizando que todos los usuarios tengan los accesos para minimizar las incidencias en los dos primeros días de empadronamiento.
Confiados en que podrán hacer frente a los imprevistos que se presenten, el equipo de la ONE asegura que todo está listo. “En lo referente a si tenemos todo listo, la respuesta es sí, se tienen todos los planes, las ejecuciones, los materiales distribuidos en el terreno, se tienen las personas capacitadas”, señala Víctor Romero.
“Ayer (el domingo) tuvimos un día entero en la oficina previendo escenarios, qué hacer en cada caso”, acota Miosotis Rivas.
Pago de RD$17,000
Los empadronadores recibirán como pago un monto de 17,000 pesos y los supervisores 25,000 pesos como honorarios, a los que se le sumará un viático de 500 pesos por día de empadronamiento.
El personal asignado a las diferentes localidades visitará varias veces las viviendas e insistirá las veces que sean posibles en los hogares donde no tengan respuesta. Este proceso termina el 23 de noviembre.
Fuente: Diario Libre