BEIJING (AP).- Desde las cumbres nevadas del Tíbet hasta la isla tropical de Hainan, China pasa la peor ola de calor de las últimas décadas mientras las lluvias batieron récords en junio.
El calor extremo también está azotando Japón, y la inestabilidad del tiempo está causando problemas en otras partes del mundo en episodios que, según los científicos, tienen todas las características del cambio climático, mientras se espera un calentamiento aún mayor para este siglo.
Las provincias nororientales de Shandong, Jilin y Liaoning registraron su nivel de precipitaciones más alto en un mes de junio, y el promedio nacional, 112,1 milímetros (4,4 pulgadas), subió un 9,1 % con respecto al del mismo mes del año pasado, explicó la Administración Meteorológica de China en un reporte el martes.
La temperatura media en el país alcanzó los 21,3 grados Celsius (70,34 Fahrenheit) en junio, 0,9 C (1,8 F) más que un año atrás, y el dato más alto desde 1961. No hay señales de alivio a la vista, ya que en julio se prevén temperaturas y precipitaciones más altas de lo habitual en gran parte del país, apuntó la agencia.
En Henan, en el norte del país, los termómetros llegaron a 42,1 C (107,8 F) en Xuchang y a 41,6 C (106,9 F) en Dengfeng el 24 de junio, su día más caluroso según los registros, de acuerdo con Maximiliano Herrera, que monitorea el clima extremo en todo el mundo.
China ha sufrido también inundaciones estacionales en varias zonas, que han dejado en la miseria a cientos de miles de personas, sobre todo en el sur, muy castigado porque recibe la mayoría de las precipitaciones además de a los tifones que llegan desde el Mar de la China Meridional.
Pero China no es el único país que experimenta temperaturas más altas y un clima más volátil. En Japón, las autoridades han advertido de una mayor tensión en la red eléctrica y han instado a la población a ahorrar energía.
Las autoridades japonesas anunciaron el fin más temprano de la temporada estival de lluvias desde que la agencia meteorológica comenzó a guardar registros en 1951. Normalmente, las precipitaciones suelen aliviar el calor estival hasta bien entrado el mes de julio.
El viernes, las ciudades de Tokamachi y Tsunan batieron récords históricos de temperaturas, y varias más superaron sus marcas mensuales.
Grandes partes del hemisferio norte han sufrido un calor extremo este verano: desde el Ártico ruso, normalmente frío, a la sofocante Sudamérica se han registrado una temperatura y humedad inusualmente altas.
En Estados Unidos, el Servicio Meteorológico Nacional ha tenido a 30 millones de estadounidenses bajo algún tipo de aviso por calor en medio de valores récord. El sufrimiento y el peligro para la salud son más intensos entre quienes no tienen aire acondicionado o trabajan al aire libre, lo que refuerza aún más las disparidades económicas a la hora de afrontar las tendencias meteorológicas extremas.