La pandemia afectó la mayoría de los indicadores de la Estrategia Nacional de Desarrollo

Los efectos de la pandemia del COVID-19 han sido negativos para la mayoría de los indicadores de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), de acuerdo al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd), en su noveno informe anual de avance en la implementación de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 y el cumplimiento de los objetivos y metas del Plan Nacional Plurianual del Sector Público al 2020.

A través de ese documento, el Mepyd señala que, por los efectos de la pandemia, es necesario reevaluar las metas propuestas para el 2030, ya que, pese a que la crisis sanitaria es transitoria, sus efectos socioeconómicos pueden ser arrastrados durante muchos años, poniendo en riesgo la visión país que se tenía prevista al momento de elaboración de la Estrategia Nacional de Desarrollo.

El informe arroja que, desde el 2018, todos los indicadores de pobreza habían alcanzado su meta a 2020 en la República Dominicana, pero dos de ellos retrocedieron respecto al 2019.

Los dos indicadores de pobreza que no avanzaron respecto al 2019 fueron: 2.1, que trata sobre el porcentaje de población bajo la línea de pobreza extrema nacional y el 2.3 sobre el porcentaje de población rural bajo la línea de pobreza extrema nacional. Retrocedieron 0.86 % y 0.25 %, respectivamente.

“A pesar de que ya se había logrado la meta en la materia, todos los indicadores de pobreza presentaron un aumento en 2020, interrumpiendo los resultados promisorios que se venían registrando durante los cinco años anteriores”, indica el informe.

Detalla que la tasa de desocupación aumentó en 38.6 % para el 2020, siendo incluso más alta que la línea base del 2010, afectando, principalmente, a los jóvenes que no estudian y están desempleados. En la educación en los niveles inicial y básico, todas las regiones del país presentaron una disminución, exceptuando el Cibao Noroeste. La tasa de cobertura del nivel medio fue el menos afectado.

Sobre el indicador 2.1, el documento indica que la macroregión del Este es la que posee mayor población empobrecida con 5 %, y en cambio, la del Norte o Cibao es la que menor pobreza monetaria extrema presenta, con 2 %.

 

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Apunta que al desagregar el indicador por zona de residencia se tiene que: en la zona rural el 4.1 % de la población presenta condición de pobreza extrema, frente al 3.4 % en la zona urbana. La diferencia de magnitud entre las zonas es de 0.7 puntos porcentuales.

En cambio, el indicador 2.3, de acuerdo al documento, uno de los aspectos que se han resaltado en estudios previos en la materia es que esta zona mantenía un alto índice de necesidades básicas insatisfechas y un alto porcentaje de pobres monetarios. En este indicador las macrorregiones que contienen el mayor porcentaje son el Gran Santo Domingo y el Sur, con 6 % cada una, seguidas del Este (5 %); el Norte o Cibao presenta la incidencia más baja, con un 3 %.

El lunes, el Mepyd dio a conocer el Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Monetaria en República Dominicana 2021, donde indica que las tasas de pobreza monetaria tuvieron cambios estadísticamente no significativos con respecto a 2020, pero la tasa de pobreza extrema pasó de 3.51 % a 3.06 % y la de pobreza general de 23.36 % a 23.85 %.

En relación con las macrorregiones, en 2021, la pobreza general aumentó en el Gran Santo Domingo, Cibao y Sur, mientras presentó una disminución en el Este. En tanto, la pobreza extrema, disminuye en el Gran Santo Domingo, Cibao y Este y registra un aumento en el Sur.

En el Boletín de Estadísticas Oficiales de Pobreza Monetaria en República Dominicana 2021, añade, además, que para la línea de pobreza extrema se asume el monto mensual per cápita que requiere un hogar para adquirir una canasta básica de alimentos, que garantice a las personas integrantes del hogar la ingesta de los nutrientes necesarios para llevar una vida sana, buena salud física y mental.

De igual forma, la línea de pobreza general se fija con el monto mensual per cápita que se debe disponer para además acceder a la canasta básica no alimentaria, que incluye ropa, calzado, costo de la vivienda, mantenimiento del hogar, salud, educación y transporte, entre otros.

Medidas sanitarias

El documento oficial detalla que las medidas sanitarias adoptadas para prevenir la propagación del virus del COVID-19 trajo consigo una etapa de confinamiento y de paralización de las principales actividades económicas a nivel nacional. La consecuencia fue un deterioro en la mayoría de los indicadores de la Estrategia Nacional de Desarrollo, específicamente en los ejes 2 y 3, que se concentran en la calidad de vida de las personas y en las actividades económicas de la nación.

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Educación

En la educación en los niveles inicial y básico, todas las regiones del país presentaron una disminución, exceptuando el Cibao Noroeste. La tasa de cobertura del nivel medio fue el menos afectado. De las 10 regiones de planificación, la mitad disminuyó la matrícula: Cibao Sur (que fue la región más afectada), Cibao Norte, Cibao Nordeste, Valdesia, el Valle y Ozama.

Las demás regiones aumentaron su matrícula. Esto podría estar incidido porque los estudiantes del nivel medio son la población educacional preuniversitaria con mayor edad, y, por ende, suele presentar mayor acceso y habilidades para los medios digitales. Durante la actual crisis sanitaria, el sector turístico ha sido afectado en mayor medida que otros, indica el documento publicado por la Mepyd.

Turismo

El noveno informe anual de avance en la implementación de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 y el cumplimiento de los objetivos y metas del Plan Nacional Plurianual del Sector Público al 2020, también indica que la llegada de turistas extranjeros a la República Dominicana disminuyó en 70 % durante el 2020. El turismo se fundamenta en las expectativas y preferencias de los visitantes, por lo que cualquier tipo de perturbación puede afectar la imagen del destino.

Hoteles, restaurantes, operadores turísticos, aerolíneas y líneas de cruceros tuvieron que suspender indefinidamente sus actividades debido a la pandemia. Estos efectos se reflejan en los indicadores de la END que se centran en la actividad turística.

También, el Mepyd explica otros indicadores afectados como las exportaciones, el sector eléctrico y la presión tributaria (debido a la disminución en el comercio mundial y en la recaudación impositiva por parte del Estado). Durante los años 2015-2019, estos indicadores mostraban un crecimiento promisorio, con indicios de que las metas propuestas serían alcanzadas.

Sin embargo, en 2020 el deterioro fue tan fuerte, que los mismos presentan niveles similares a los experimentados en 2013. Por ejemplo, el indicador que mide los niveles de cobranza en el sector eléctrico ya había alcanzado su meta para el 2019, pero debido a las dificultades acarreadas por la pandemia, en 2020 los niveles de cobranza alcanzaron un porcentaje de avance de apenas un 11.1%.

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