El SENI está en «punto de quiebre», según informe

El Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) se encuentra en un «punto de quiebre» debido a que se está abasteciendo la totalidad de la demanda energética sin limitaciones por temas de capacidad de generación o para mejorar indicadores comerciales de las empresas de distribución. Esto permite poder planificar «de manera más fidedigna cómo satisfacer sus necesidades a futuro».

El planteamiento se desprende del informe «Monitor Enegético-octubre 2023», del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd), en el que se destaca que las autoridades vinculadas al sector eléctrico han expresado de manera reiterada el interés de la gestión actual en desarrollar las energías renovables a plenitud, siempre y cuando sea sostenible en términos financieros y técnicos.

Proyección de la demanda energética

El documento plantea dos posibles escenarios sobre la demanda de electricidad en el país, citando los requerimientos del Plan Energético Nacional (PEN) 2022-2036: uno en el que continúan las condiciones actuales, denominado tendencial, y otro que refleja una aceleración de ciertos indicadores económicos que provocaría un crecimiento más pronunciado de los requerimientos de la demanda.

«Al concluir septiembre del 2023, la generación neta acumulada del SENI ascendió a 16,956 gigavatios por hora, valor que supera en un 12 % al valor observado para el mismo periodo del 2022″, indica.

«En términos de requerimientos horarios de potencia -agrega-, el máximo valor registrado hasta septiembre 2023 fue de 3,376 megavatios (MW), siendo 370 MW más que el valor máximo observado en 2022, el mayor incremento interanual registrado desde que se llevan estadísticas».

Observa que, sin la incorporación de 400 MW de generación térmica vinculada a una licitación del 2021, no hubiese sido posible satisfacer la demanda a tales niveles.

De continuar la tendencia de los últimos años, se espera que la demanda del SENI se incremente 1.5 veces para 2030 y se duplique para 2036, con respecto al valor registrado en 2022. Por tanto, el nivel de incorporaciones de nuevas centrales, tanto térmicas como de fuentes renovables, deberá ser acorde a esta realidad, se recomienda en el documento.

El informe del Mepyd indica que, anteriormente, el sistema eléctrico del país arrastraba una deficiencia evidente en cuanto a la capacidad para producir suficiente electricidad de manera confiable, adicionado a un conjunto de medidas comerciales utilizadas para controlar las pérdidas a nivel de distribución, lo que provocó que el comportamiento de la demanda de electricidad del SENI fuera condicionado.

Señala que uno de los objetivos generales de la Estrategia Nacional de Desarrollo (Ley 1-12) se sustenta en proveer energía confiable, eficiente y ambientalmente sostenible.

De igual forma, la ley sobre el Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y sus Regímenes Especiales (Ley 57-07), en su artículo 21 indica que «todas las autoridades del subsector eléctrico procurarán que el 25 % de las necesidades del servicio para el 2025, sean suplidas a partir de fuentes de energías renovables«.

Los paneles solares deben incluir baterías

En ese orden, detalla que las realidades del sector eléctrico deben ser interiorizadas en el proceso de planificación y seguir siendo incentivadas mediante diferentes políticas públicas, sin dejar de lado el aspecto técnico.

«De allí surge la necesidad de incorporar almacenamiento de energía mediante baterías, comúnmente conocido como BESS por sus siglas en inglés», agrega el informe en el aspecto de las renovables.

Cita que las baterías permitirán, en una primera instancia, disminuir el nivel de fluctuaciones asociadas a los sistemas fotovoltaicos, por factores como las sombras generadas por las nubes, pero, además, ayudarán a que se cree un mercado de servicios que antes no había sido explorado, como el arbitraje de energía renovable.

«Esto permitirá a los desarrolladores de proyectos, poder optimizar la operación de sus activos, obteniendo mejores retornos que deben traducirse en costos de electricidad más bajos en el mediano y largo plazo», se señala en el documento.

Deebido al impacto de las renovables en el sistema eléctrico, el Monitor Energético destaca la resolución CNE-AD-0004-2023, en la que queda establecido el requerimiento de baterías para centrales fotovoltaicas futuras a partir de 50 MW de capacidad instalada en inversores, dotando de firmeza los supuestos de incorporación de estas técnologias al sistemas y en la planificación.

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