Reuters.- Francia levantó la mayoría de las restricciones por el COVID-19 el lunes, poniendo fin a la necesidad de usar mascarillas en la mayoría de los lugares públicos y permitiendo que los no vacunados regresen a bares, restaurantes y cines.

La medida se produce menos de un mes antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales y justo cuando la cantidad de nuevas infecciones por coronavirus vuelve a aumentar, lo que genera dudas entre algunos científicos sobre si la relajación es prematura.

«Podemos respirar», dijo el trabajador de la construcción Jean-Yves Richard, «y oler cosas que no hemos olido en mucho tiempo».

La empleada bancaria Virginie de Busschere dijo que quitarse las máscaras en el lugar de trabajo le dio un impulso psicológico. «Me siento más ligero, podemos ver las sonrisas de las personas de nuevo».

Ya no es necesario usar máscaras en escuelas, oficinas y tiendas, aunque siguen siendo obligatorias en hospitales y en el transporte público.

Mientras tanto, a partir del lunes, las personas ya no tendrán que mostrar un comprobante de vacunación para ingresar a bares, discotecas, museos, estadios y trenes de larga distancia. Las reglas de «pase de vacunas» de Francia alimentaron semanas de protestas callejeras cuando se anunciaron por primera vez.

Francia registró más de 60.000 nuevos casos de COVID-19 el domingo, un tercio más que la semana anterior.

Jean-Francois Delfraissy, jefe del Consejo Científico de Francia que asesora al gobierno sobre la política de COVID-19, instó a la precaución y dijo que las personas en riesgo deben seguir usando mascarillas.

“La pandemia aún no ha terminado”, dijo Delfraissy a la radio RTL.